LECTORES VIAJEROS

Compañero de viajes cortos dentro de la ciudad, o afuera, para descubrir nuevos horizontes; el libro se suma a la aventura cualquiera sea su edad. No hace falta enchufarlo para cargarle la batería ni cambiarle las pilas antes de salir (usuarios de e-book, sepan disculpar).

Jackson Hole primaveral, junto al río, EE.UU.
Te puede hacer llorar, reír o poner cara de “no entendí nada”. Algunos dan ganas de dejarlos en el segundo capítulo y con otros simplemente no se puede parar. Te relaja hasta quedarte dormido o te desvela la noche entera. También ayuda a pasar momentos vergonzosos o esperas eternas.
Bus de línea, por las calles de Barcelona, España
Bus larga distancia Santiago – Viña del Mar, Chile

Son fuente de inspiración y motivación. ¿Quién no quiso viajar a África después de leer Bajo el sol de Kenya? Y ni hablar de la historia de Elizabeth Gilbert donde recorre Italia, India e Indonesia.

Dicen que el mejor amigo del hombre es el perro. Bueno… entonces el mejor amigo del hombre que viaja es el libro.
Tren subterráneo, Boston, EE.UU.
Tren Toulouse – Carcassonne, Francia
Entretenido, desafiante, informativo… el libro corta la monotonía del trayecto diario hacia el trabajo o la cantidad de horas que separa a los estudiantes de la casa paterna cuando vuelven los fines de semana. Acompaña en las filas del aeropuerto o en el silencioso interior de una carpa en la montaña.
Junto al océano Pacífico, Máncora, Perú
Y junto al Atlántico, Isla Monhegan, Maine, EE.UU.
De parado en el aeropuerto, Roma, Italia
Sentado en un café en París, Francia
Un poco de sol en el parque, Nueva York, EE.UU.
Me encanta ver a estos “lectores viajeros” inmersos en sus historias, se los puede encontrar por todos lados y a toda hora. Espero que tengan un libro a mano, porque las ganas de leer se contagian inmediatamente.
Dedicada a los lectores fanáticos, y a los tan fanáticos que leen en las librerías 🙂
¡Buen comienzo de semana para todos!
Saludos